El año pasado se aprobó definitivamente el Tratado de Lisboa que blinda una Europa neoliberal donde se marca el crecimiento económico y la competitividad como los grandes objetivos y la maximización del beneficio capitalista como núcleo del crecimiento: fortalecimiento de la moneda única y de la economía financiera, focalización empresarial de la economía supranacional en beneficio de los grandes capitales...
Consideramos que el proceso de integración europea ha llevado a la creación de un escenario común en el ámbito europeo que presenta las siguientes líneas de actuación:
· Por un lado la asimilación y recuperación de las luchas sociales para reforzar el Estado del Capital.
· Endurecimiento de las leyes nacionales y supranacionales para reforzar la protección de la propiedad privada y el beneficio empresarial y como consecuencia lógica de ello una mayor precarización y penalización de la pobreza. Ejemplo de esto son la pérdida de derechos laborales, el debate europeo de la jornada de 65 horas, externalización de la producción y sus consecuencias sociales, económicas, medioambientales en el mal llamado tercer mundo…
· Limitación de la libre circulación de personas para mantener atado el contingente de mano de obra barata y dispuesta a cualquier tarea pero impidiendo a la vez el flujo de ideas y personas. Estas restricciones impiden el fortalecimiento y la solidaridad entre luchas comunes, por ejemplo el apoyo a las poblaciones migrantes (CIES; Leyes de Extranjería y Arraigo…), a la capacidad de respuesta frente problemas globales (contra cumbres…)
Por eso sentimos la necesidad de reforzar todas las luchas de resistencia que intentan plantar cara al sistema capitalista. La necesidad de encontrar un instrumento de análisis nos lleva a elegir la okupación como tal ya que por una parte en este movimiento confluyen los puntos anteriormente expuestos y por otro lado por su carácter aglutinador y transversal de las luchas. Estas son, pues, unas jornadas para el análisis colectivo del papel de la okupacion en las diferentes luchas y cuyo objetivo es generar herramientas que ayuden a cada colectivo a repensar y reforzar sus estrategias ante un escenario más común de lo que a veces creemos.
En lo que al movimiento de ocupación se refiere, creemos que actualmente nos encontramos en un punto de inflexión que nos tiene que llevar a revisar y valorar la okupación como herramienta válida de lucha y analizar y profundizar en las estrategias que se han tomado. En este aspecto pensamos que también es importante revisar las respuestas judiciales y represivas de las decisiones tomadas y como han afectado verdaderamente a nuestras luchas ¿han sido tan duras las consecuencias legales? ¿Estamos dispuestos a asumir condenas? ¿La legalización de casas okupadas ha estabilizado o ha hecho crecer el movimiento?...
Durante estas jornadas nos gustaría que se ahondará por una parte, en los cambios legales, políticos y sociales que han habido en estos años en torno a los espacios okupados y se valoraran las diferentes estrategias que se han tomado en los diferentes lugares así como sus consecuencias reales y a largo plazo.
Queremos sin embargo, evitar las comparaciones fáciles sobre tópicos y contextualizar las experiencias de cada colectivo para crear referentes pero no modelos estáticos.
Por otra parte, nos gustaría dedicar un espacio durante las jornadas a las nuevas legislaciones supranacionales y las estrategias policiales comunes que pueden afectar tanto a la okupación como a otras luchas.
El objetivo es crear un proceso colectivo de aprendizaje que no crear nuevas organizaciones ni redes de intercambio. Queremos huir de los debates autorefenciales y de las comparaciones estériles, para desarrollar una perspectiva que nos ayude a comprender un escenario europeo cada vez más uniforme e interrelacionado y a articular nuevas formas de resistencia.
